En Lucas 6:38 leemos una promesa de Dios: Si damos, nos será devuelto con abundancia. Ésta es una promesa hermosa y muy especial, y es válida para todos; pero al mismo tiempo es también un reto y un acto de fe en los momentos en los cuales dar, precisamente, es muy difícil, como por ejemplo cuando tenemos algún problema financiero. Sin embargo Dios promete cuidar de nosotros y darnos todo lo que necesitamos si ponemos nuestra confianza en Él (Filipenses 4:19).
Nosotros, como Iglesia di Cristo, también somos concientes y subrayamos la importancia de d(on)ar, por lo que donamos como mínimo el 10% de nuestros ingresos a proyectos y organizaciones que contribuyen a la propagación del Evangelio.
Agradecemos enormemente sus donaciones y ofrendas, y creemos que Dios les bendecirá por su contribución. Su contribución y sus ofrendas son empleadas y dirigidas de un modo cuidadoso. Estamos registrados como “ANBI”, por lo cual sus donaciones serán deducibles de impuestos. Una oficina externa independiente de contabilidad examina y verifica la administración financiera.
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